Esta cubierta se instaló en Florencia (Italia) para cubrir un circuito de salto de obstáculos en un centro de equitación. La estructura se diseñó de forma 100% personalizada según las medidas de la pista, con una lona opaca para que la luz no molestara a los jinetes durante la competición. Además, el color verde de la membrana textil consigue una integración visual de la pista cubierta con el paisaje.